El proceso evaluativo en la Universidad Santo Tomás se da de manera que los estudiantes se hagan cargo de su ascenso en el desarrollo de competencias, de acuerdo con los estándares que impone el currículo en función de la formación integral. Así, la evaluación proporciona sentido humano a toda la actividad educativa y condiciona la vida futura de los estudiantes, teniendo muy presentes aspectos como aceptar los resultados no previstos, asumir los datos de los procesos y de los productos, valorar las etapas del proceso de aprestamiento y desarrollo, para corregir oportunamente los errores y mejorar los aciertos, favoreciendo una evaluación participativa con posibilidad de crítica.
En este sentido, el docente trabaja con una intencionalidad formativa fundamentada en los lineamientos curriculares que responde a las necesidades de un contexto específico, en coherencia con las políticas educativas estatales y con el Proyecto Educativo Institucional- PEI, esta intención el docente la plasma en términos de objetivos y propósitos de su programa. A partir del Modelo Educativo Pedagógico - MEP se determina la problematización del saber, y se identifican los núcleos problémicos emergentes y las áreas de conocimiento; este diseño curricular da paso a la construcción del plan de estudios articulados con las líneas de investigación y las estrategias de proyección social. De allí, que la evaluación del aprendizaje debe constituirse de tal forma que posibilite la toma de decisiones, enfocada en un seguimiento del proceso formativo y no como medida final.
De esta manera se evidencia que, dentro de la práctica docente, en algunos casos que como estudiantes se ha podido percibir, existen varios elementos que no contemplan los fundamentos y los parámetros establecidos en la filosofía y en los documentos institucionales. O por lo menos no de manera tangible, y que permite una invitación a la revisión de las estrategias evaluativas de los docentes que han dirigido seminarios en la maestría, y confrontarlas con el modelo educativo pedagógico, los propósitos de formación, los perfiles, competencias y resultados de aprendizaje; y, sobre todo, confrontarlas con las prácticas, las técnicas y los instrumentos implementados para tal fin.
